El otoño llega a medida que supuestamente acaba el periodo de adaptación; no acaba en esta fecha ya que os siguen echando de menos en muchos momentos, aunque cada vez aceptan mejor esa separación y disfrutan de las actividades realizadas.
El otoño lo vivimos en nuestro patio planteándoles la cuestión de cuál es el motivo por el que las hojas pierden su color verde y comienzan a caer de los árboles y adquieren diferentes tonalidades, marrones y ocres. Entre todos descubrimos que los rayos del sol inciden de forma distinta y no con tanta intensidad sobre la tierra, de tal modo que las hojas no pueden tener su verde habitual. Para ello, los peques ven la diferencia de color y como unas no se rompen y las secas si. Lo comprueban y recogen hojas verdes y marrones que irán colocando en el dibujo correcto, el que también realizan ellos. Un sol grande y otro más pequeño, realizada su recogida lo van clasificando; por último hacemos una puesta en común y resumimos entre todos lo aprendido.