¿ A QUÉ SABE LA LUNA...?

Para comprobar a qué sabe la luna, primero debíamos conocer y aprender sus fases. Para ello, debían ir contemplando en el cielo todas las noches durante un tiempo cómo iba cambiando y pasando por sus cuatro fases. Sé que lo han ido haciendo y con mucho gusto, esa es la parte más satisfactoria del aprendizaje ya que además de que tengan una motivación externa, ellos tienen una intrínseca que los hace disfrutar. Debemos conseguir entre todos que mantengan esa ilusión y esas ganas...qué aprendan a "vivir" en ese estado de aprendizaje permanente que los haga crecer, habilidades imprescindibles para su futuro adulto.

Fuimos comprobando cómo iban desarrollándose esas fases de la luna  dentro de clase con la tablet. Así charlábamos sobre lo visto en casa desde sus ventanas, el parque, la terraza, en el coche...en cualquier lugar y momento recordaban mirar al cielo y verificar su forma, y a la mañana siguiente en clase hacernos participes de esas observaciones.

Para experimentar las fases de la luna y saborear a qué sabe la luna utilizamos galletas, para ello el agrupamiento fue por parejas. Debían ir realizando la secuencia correcta y por fin... saborear esas  fases.